HabÃa corrido durante más de una hora. "Siempre es bueno hacer un alto", dijo agitado. Interesante paralelismo entre la necesidad de su ritmo cardÃaco y el de su vida emocional. "Ando con una crisis matrimonial -confiesa Ruben Enrique Brieva (51), y el humor, que es su esencia, se cuela irreverente-. Tenemos la relación en el sanatorio, pero no hay muerte todavÃa."
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