El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, volvió a colocarse en el centro de la polemica por sus declaraciones inoportunas.
Esta vez, los más sorprendidos fueron los habitantes de la ciudad de L´Aquila, destruida a principios de mes por un terremoto que dejó 296 muertos y unas 50.000 personas sin techo, a quienes el jefe de gobierno recomendó que "compren sus muebles en Ikea", una conocida cadena de artÃÂculos para el hogar.
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