Nada los detiene. Ni el Ejercito ni la PolicÃÂa. Los Carteles de la droga en Mexico siguen con su lucha sin tregua para hacerse con el control del tráfico de estupefacientes. Ni siquiera el temor a salir a las calles por la gripe porcina logró frenar la violencia de los sicarios.
Durante el fin de semana se registraron matanzas en Guerrero y en Sinaloa. Y la iglesia tuvo que salir a defender a los sacerdotes y obispos que denuncian a los narcotraficantes. El último caso fue el del arzobispo de Durango, monseñor Hector González, quien se habÃÂa atrevido a decir que "todo el mundo sabe que el Chapo Guzmán -el capo del cartel de Sinaloa y el hombre más buscado de Mexico-se encuentra viviendo en el poblado de Guanacevày nadie hace nada". Ante las amenazas que recibió tuvo que refugiarse en un convento del Distrito Federal.
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